EL IMPERIO ALMORÁVIDE

Con la conquista de Al-Ándalus en el año 1090, da comienzo el Período Almorávide. Este durará hasta 1145, momento en el que empieza el declive del imperio.

Los Almorávides eran monjes guerreros bereberes que defendían la fe del islam de una forma muy rigurosa. Venían procedentes del Magreb.

«Los Almorávides llegaron a la Península Ibérica como los nuevos salvadores ante el avance cristiano.»

ANTECEDENTES DE LA CONQUISTA ALMORÁVIDE DE AL-ÁNDALUS

Pero varios son los factores que favorecieron la rápida conquista almorávide.

En primer lugar, Al-Ándalus se encontraba totalmente fragmentada con los reinos de taifas. Por otra parte, la población contempló que, tras la entrada almorávide, existía la posibilidad de comerciar con las provincias magrebíes que formaban parte del imperio, lo que favorecería el comercio y la economía local.

Además, se pensaba que la adopción de una fe estricta en el islam, junto con la unificación del territorio y la adhesión al nuevo imperio, podría beneficiar la victoria contra las tropas cristianas.

Por último, los habitantes de las taifas se encontraban hastiados debido al cobro de las parias o impuestos. Estos estaban destinados a frenar el avance cristiano. Los Almorávides estaban dispuestos a eliminar este tributo. 

«La población de Al-Ándalus contempló la llegada de los Almorávides como una especie de salvadores para los conflictos bélicos cristianos.»

EL GOBIERNO DEL IMPERIO ALMORÁVIDE EN AL-ÁNDALUS

Por estos motivos, Ibn Tasufin, el emir almorávide, logró conquistar Al-Ándalus en muy poco tiempo. Todo el territorio quedó bajo su mandato. Para controlar todo el espacio ocupado, algunos de sus familiares permanecieron en la región andalusí. La finalidad era la de mantener el orden. Mientras tanto, el emir volvía al Magreb para continuar al frente de su gobierno.

Las nuevas provincias conquistadas mantuvieron las fronteras de las taifas ya desaparecidas. Las políticas se centraron sobre todo en la lucha contra los cristianos, que continuaban avanzando. También contra un nuevo enemigo que se había hecho fuerte, el caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Este, conocido como El Cid, llegó a conquistar la Taifa de Valencia, luchando de forma independiente por su propio beneficio.

A la muerte del emir almorávide, le sucedió su hijo Ali Ibn Yusuf, con el que el imperio alcanzó su mayor extensión.

EL DECLIVE DEL PERÍODO ALMORÁVIDE

Pero pronto, la población comienza a darse cuenta de que los problemas con los cristianos no habían cesado. Además, estos seguían cobrando unos elevados impuestos para sufragar los continuos gastos bélicos. Gastos por otra parte necesarios para frenar el avance de las tropas castellano-aragonesas.

Además, a partir del año 1440, los Almorávides comienzan a perder su poder en el norte de África. La presión de una nueva dinastía bereber procedente de Marruecos había ganado fuerza. Los Almohades, que así era como se hacían llamar, abrazaban la religión de forma mucho más radical.

Estas noticias llegan a Al-Ándalus, provocando continuas revueltas y rebeliones contra los actuales mandatarios.

«Pese a la aclamada entrada del Imperio Almorávide en Al-Ándalus, estos terminaron perdiendo sus apoyos.»

LA APARICIÓN DE LOS SEGUNDOS REINOS DE TAIFAS

Ya en el año 1144, comienzan a aparecer territorios con gobiernos independientes. Esto dio lugar a los conocidos como los Segundos Reinos de Taifas.

Tras un periodo de dominación almorávide de más de cincuenta años, la taifa independiente de Málaga vuelve a resurgir bajo el mandato de la dinastía Banu Hassun, que llega a gobernar la ciudad a partir del año 1145.

La desacertada política tributaria de los Banu Hassun y las continuas alianzas con los reinos cristianos para hacer frente a los Almorávides, hacen que el rey acabe suicidándose en el año 1153.

Entretanto, Al-Ándalus volvía a vivir una nueva invasión, en este caso por los Almohades. Estos habían acabado derrotando a los Almorávides en el norte de África para disponerse a ocupar la Península Ibérica.

«Los Almohades eran mucho más estrictos en cuanto a la religión que los Almorávides, y terminaron proclamando la Yihad o Guerra Santa.»

Con el suicidio del rey de la taifa malagueña en 1153, los Almohades se hacen con el poder de la misma. La invasión Almohade de Al-Ándalus puso fin al apogeo artístico y cultural que se vivió en aquella época. Se impuso en su lugar un sistema religioso mucho más severo al anterior.

Y es que, el imperio Almorávide fue relajando sus costumbres, al principio también radicales, adoptando una visión más sutil y relajada de la religión. Ello debido en gran parte a la influencia de la cultura andalusí. Este enriquecimiento mutuo fue visto por los Almohades como una debilidad, lo que les llevó a proclamar la yihad o guerra santa, con idea de erradicarlos.

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